CÓMO ES EL PLAN DE MACRI PARA JUNTAR A CUATRO PYMES MISIONERAS Y APUNTALARLAS PARA QUE EXPORTEN A RUSIA Y SIRIA Y SE SUMEN A LOS CUATRO GIGANTES DEL TÉ

CÓMO ES EL PLAN DE MACRI PARA JUNTAR A CUATRO PYMES MISIONERAS Y APUNTALARLAS PARA QUE EXPORTEN A RUSIA Y SIRIA Y SE SUMEN A LOS CUATRO GIGANTES DEL TÉ

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Mauricio Macri está apoyando un ambicioso plan para que cinco tealeras misioneras pymes (cuatro empresas y una cooperativa), algunas de las cuales ya hacen pequeños envíos al exterior, sumen sus esfuerzos y su “masa crítica” para ganar nuevos mercados.

El plan se viene trabajando hace tiempo, pero se puso formalmente en marcha hoy con la visita del presidente al establecimiento Klimiuk, un secadero de té ubicado a 1 kilómetro de la rotonda de acceso a Campo Viera.

El presidente arribó hoy allí cerca de las 15 para mantener una reunión con empresarios que forman este consorcio y sentarlos junto a funcionarios nacionales, provinciales, el gobernador Passalacqua y los intendentes.

No fue casualidad que en el encuentro de la llamada Mesa Tealera (es la primera vez que se realiza esa mesa) no participaran los cuatro grandes exportadores de té de la Argentina. Tres misioneros (Urrutia, Okulovich y Beitía) y una multinacional inglesa (Casa Fuentes, de la firma Finlays).

Según pudo saber Economis, algunos de estos empresarios reclamaron en las últimas  horas porque no fueron invitados a participar de la reunión en la fábrica de la familia Klimiuk.

Pero los grandes exportadores de té fueron excluidos ex profeso. Macri quiere que estos jugadores chicos se conviertan en medianos y “compitan” con los cuatro grandes. No quitándoles los mercados que tan bien supieron ganar estas empresas (los misioneros son el principal exportador de té a EE.UU, desplazando incluso a China e India), sino ganando nuevos.

En la reunión de hoy se apuntó a Rusia y Siria. La idea, también, es que el consorcio sea un “quinto” jugador que maneje mucho volúmen y tenga capacidad de comprar materia prima en cantidades importantes, apuntalando así los precios que se pagan a los pequeños productores de té.

Sin perder tiempo, Macri llegó y se sentó en una sala improvisada en la nave principal del establecimiento, adaptada para recibir al Presidente con cuatro mesas formando un cuadrado y manteles negros. Macri, que venía sin almorzar con una agenda que se retrasó dos horas porque no pudo aterrizar en Oberá y tuvo que trasladarse en combi junto a Passalacqua desde Posadas, probó el té frío que le ofrecieron en pequeñas tacitas blancas.

Honestidad brutal de Macri

Este plan se empezó a pergeñar hace seis meses, cuando el contexto en la Argentina era otro. Sin embargo, el dólar a 40 pesos torna el negocio competitivo y decidió a Macri a seguir apuntalando el plan en estos tiempos, a pesar de las dificultades.

Eso sí, Macri no anduvo con vueltas esta tarde cuando tuvo que explicarles la delicada situación económica que atraviesa la Argentina y que obliga al Banco Central a poner unas tasas de interés muy altas que ahogan a la actividad productiva.

“Las cosas van a estar difíciles por 5 o 6 meses más”, les explicó, palabra más, palabra menos, a los empresarios que integran el consorcio, según relató uno de los que participó en el cónclave.

Además de Klimiuk estaban los representantes de las otras tres firmas Don Layo SRL, Empro SRL, WK1 S.A.y la Cooperativa Agrícola Ruiz de Montoya. El otro empresario que participó de la reunión fue Obaida Kabour, el mayor exportador de yerba de Misiones.

“Somos pequeños exportadores por un volumen muy chico, pero con este consorcio la idea es mostrar un volumen más grande y que tengamos herramientas financieras para conquistar nuevos mercados, nosotros trabajamos al 50 por ciento de nuestra capacidad de producción, si tenemos acceso al crédito y a nuevos mercados podemos duplicar el ingreso de divisa que hace bien al país y la economía regional”, dijo Renzo Klimiuk, gerente de la firma y uno de los voceros del encuentro. Además del establecimiento donde recibió a Macri, Klimiuk también tiene un secadero de té en Salto Encantado.

Entre las cuatro empresas reunidas hoy están exportando alrededor de 4 millones de kilos, señaló Klimiuk. Las exportaciones totales de té de Misiones ascendieron a 68 millones de kilos en el 2017.

Cuando les tocó exponer, los empresarios le explicaron al Presidente que con las altas tasas de interés que rigen en la actualidad, y que el Banco Central puso para tratar de contener la suba del dólar, se hace muy difícil trabajar, acopiar té y financiar la producción.

Quieren conquistar Rusia y Siria

Macri no quiere que estos crezcan para pelear por clientes que el té misionero ya tiene. Sino que busca conseguir mercados nuevos. Kabour puede ser clave para la en Siria. El empresario tiene operaciones comerciales con el té en su país de origen y exporta la infusión a otros países árabes. Por ahora está importando el té de países como Sri Lanka.

Para entrar a Siria, comentaba Kabour, es necesario que el té misionero modifique algunos aspectos de sus caracerísticas. “Le falta cuerpo para el mercado al que apuntamos, vamos a trabajar para adaptar eso”, dijo a Economis, Obaida Kabour, uno de los directores del grupo de Andresito.

De la reunión participaron además de Passalacqua; el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere y el ministro del Agro, José Luis Garay. También estaban los intendentes Eldor Hut (Aristóbulo del Valle) y Juan Carlos Ríos (Campo Viera).

El puerto de Posadas

Otro de los temas que salió en la reunión fue la licitación del puerto de Posadas para bajar los costos logísticos.

“El presidente tiene toda la predisposición, con este consorcio queremos conquistar nuevos mercados y darle mayor valor agregado y precios para el té”, explicó Klimiuk, quien dialogó con periodistas en la puerta de su establecimiento cuando el presidente ya había partido en el helicóptero presidencial.

“No queremos competir con las empresas que ya están exportando, el proyecto consiste en conquistar mercados como Rusia y en la mesa estuvo hoy la gente del Grupo Kabour, que lleva el 70% de la producción de yerba mate y en su distribución en Siria hacen té de otros orienes, nosotros tendríamos que desarrollar la calidad que ellos quieren”, señaló el anfitrión.

“El gran problema de esto pasa por el financaimiento, le explicamos que no podemos acceder a fondos, la safra del té son seis meses y financiamos 12 meses las exportaciones y quedamos en que le dio tarea a todo el equipo y nos va a dar una respuesta en 30 días”, señaló.

Treinta días en los que en un país como la Argentina, puede pasar de todo. Macri y los tealeros sueñan con que en ese período las cosas empiecen a mejorar y poder pensar en ganar mercados, traer divisas al país y generar trabajo.

 

 

 

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