La séptima edición del Encuentro Artístico y Artesanal Curií reunió a cientos de personas en el anfiteatro de San Pedro. “Cultura y Ambiente” fue el lema sobre el cual se desplegaron talleres, feria y espectáculos coronados con la actuación de Arbolito.
En el momento exacto en que Ezequiel Jusid, fundador y cantante de la banda Arbolito, depositaba en la tierra un plantín de cañafístola, comenzaron a caer las primeras gotas de una lluvia que llegaba para aliviar el calor misionero y de paso. Esta sincronía involuntaria tuvo lugar en la siesta del domingo en un monte ubicado en el Camping Santa Rita, de San Pedro, donde se realizó un almuerzo de agasajo a Arbolito, del cual participaron organizadores del Encuentro Artístico y Artesanal Curií, artistas y el ministro de Cultura de la Provincia.
Después del almuerzo, los integrantes de la banda surgida en Avellaneda, pudieron refrescarse y maravillarse en las aguas de la pileta de piedras que se forma con las aguas que caen de una pequeña pero encantadora cascada.
La pata audiovisual
El festival también incluyó proyección de cortometrajes, entre los que se destacó “Tu crueldad no es mi diversión”, una producción local que llegó invitada por el Instituto Misionero de Biodiversidad) y el IAAVIM (Instituto de artes Audiovisuales de Misiones).
El cortometraje “Tu crueldad no es mi diversión” producido por jóvenes del taller de Cine Joven Comunitario de San Pedro, se proyectó el sábado y domingo, en la Biblioteca Thay Morgenstern.
Intensidad
El día anterior (sábado), Arbolito hizo delirar a cientos de personas que se congregaron en el anfiteatro sampedrino para compartir la mixtura de propuestas en el marco de una edición que contó con el apoyo del Mercado de las Industrias Culturales Argentinas (MICA) y la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia.
Previo a ello, en la adyacente Biblioteca Popular Thay Morgenstern, la actividad giró en torno a talleres, lecturas y la inauguración del Museo “Cacique Bonifacio Maidana”, que se nutre de registros fotográficos y distintos objetos que reconstruyen historias de la localidad.
Mujeres en escena
Mientras en el escenario mayor se sucedían los espectáculos, sobre un costado, se desplegaba la feria de artesanías con decenas de puestos y mucha variedad. Desde comida vegetariana y miel orgánica, pasando por tinturas, ropas, cuadros bijouterie y hasta libros, ungüentos naturales y tallados en madera. “El Curií es emblemático para nosotros los artesanos, por lo que significa su historia, por el lugar donde se hace y porque cada año crece más. Esta vez hubo además, un buen nivel de ventas” indicó Gricel (32), una de las feriantes. El domingo, con varios números de teatro y música en vivo, una nueva edición del Curií (araucaria en guaraní), coronó su final dejando felices a cada una de las personas que participó y dando continuidad al sueño comunitario que nació en una casa, en 2013, bajo la premisa de encontrar un hilo conductor entre los dos conceptos que fueron lema este año: Cultura y Ambiente.