La sola mención de la palabra educación dispara la entrevista. Gesticula mucho con las manos para graficar sus posiciones. El barbijo no puede ocultar la pasión con la que va enlazando conceptos sobre los desafíos de la educación del futuro y cómo Misiones debe enfrentarlos.
Sonia Rojas Decut es la rectora del colegio Santa María, uno de los más tradicionales de la capital misionera. Sin embargo, desde que asumió, revolucionó la curricula y abrió la escuela a ideas que ahora re conocemos como educación disruptiva. Después de varios años al frente de la institución católica, asegura que aceptó ser candidata a diputada del Frente Renovador como un nuevo desafío. “Me sentía como un pajarito enjaulado. Necesitaba hacer más”, asegura. Con la política, sin embargo, tiene una relación mucho más larga, aunque no tan expuesta. “Es algo con lo que siempre me relacioné. Más ahora que uno llega a cierta etapa de la vida, la felicidad está en hacer algo por el otro, transformar su realidad, ayudarlo, cambiarle la realidad o su estado de ánimo. A mi me interesa mucho la comunicación directa. Cuando entrás a la página de la Escuela lo primero que se ve son los teléfonos de contacto, para los alumnos, para los padres. Y en la Renovación la línea política es esa, la comunicación directa: Hay cosas que arreglar, hay cosas que mejorar, mejor que sea cara a cara. Si llegara a tener oportunidad de ser diputada, ya sé donde va a estar mi oficina: En la calle”. Tendrá la oportunidad. Es la segunda en la lista, detrás del médico Martín Cesino.
La calle -o el barro, como define- siempre estuvo presente. Desde que comenzó en la docencia, con chicos de séptimo grado del Santa María, a los que, con autorización de los padres, hacía participar de actividades extracurriculares en un programa llamado “Infancia Misionera”.
“Lo que empezamos a hacer era, por ejemplo, visitar al hospital de Pediatría, lugares donde podíamos encontrar historias muy fuertes. En Pediatría veían a madres de 12, 13 años, casi con la misma edad que ellos, pero con historias totalmente diferentes, que era como le causaba impacto. Lo mismo cuando visitábamos lugares de mucho conflicto social, los padres nos agradecían porque los chicos comenzaban a valorar más lo que tenían”.
Esa mezcla de realidades también se trasladó al colegio, al que buscó sacarle la marca de elitista. “Hoy tenés otras realidades, hijos de personas que hacen un sacrificio enorme, otros que están becados, chicos que están en una situación social difícil”.
Las realidades diversas permitieron comenzar a trabajar desde el Colegio temas tabú como la discriminación y la construcción de una convivencia basada en el respeto y la dignidad de las personas. “Ellos lo que más quieren es justicia, entonces empiecen por ustedes, porque nosotros no podemos juzgar a una persona por algo que no podés controlar. Una persona que ha nacido en un lugar muy humilde no lo puede controlar, entonces, sería muy injusto que yo lo juzgue por esa condición, que lo juzgue por su condición sexual, eso lo han enseñado los chicos. Hoy los chicos del Santa María, saben que si hay algo que estoy haciendo yo, o alguien del equipo, o cualquiera de nosotros que no corresponde, sabe que toca la puerta y no hace falta ni escraches en redes sociales, ni nada por estilo, me lo dicen y se resuelve. A mí me ha pasado, convocada a una reunión, vía zoom, pleno octubre/ noviembre, cuarto, quinto año, me plantearon que querían que fuéramos claros, qué es lo que queríamos, porque ellos querían ir. Tal es así, que nosotros no solo somos disruptivos con la tecnología, sino en materia de disrupción cultural”.
“Me pongo a ver los procesos en los que más trabajan los chicos en el Santa María: Hay Educación Científica, Financiera y Tecnológica, Educación Emocional, Educación Ambiental. Se meten en lo que es cambio climático y biodiversidad, lo más rico es que están mezclados con educación financiera. Proyectos de impacto, están enloquecidos con eso. Vienen con otra mente, no solo en el aspecto económico, sino social, se preguntan: “¿Si yo tengo una empresa qué puedo hacer por el ambiente”?. Emprendedurismo y Liderazgo también. Hace cuatro años hacemos seminarios, traemos emprendedores. Y Ciudadanía Global, que es algo que me parece que es una barbaridad que estemos perdiendo tanto tiempo, enseñando no sé, teorema de Thales, o trigonometría, que no te digo que no es importante, pero que no estemos discutiendo, o simulando en el aula, que me parece que es el lugar donde los chicos tienen que poner a prueba su conocimiento. A ver para qué me sirve esto, qué tipos de problemas puedo resolver, qué tipo de problema tiene mi escuela, mi comunidad, el mundo, esto es importantísimo. Porque después me lleno la boca diciendo “pensamiento creativo”, pero los tengo todos direccionados.
¿Cuál es el desafío de la educación de hoy?
Poder conectar a niños, jóvenes y adultos. Nosotros tenemos que formar todo, tenemos que conectar con el objetivo del trabajo, nuevas herramientas y competencias que me ayuden a ser efectiva en un mundo totalmente cambiante. Se tiene que conectar con los desafíos de la sociedad del conocimiento, de la emoción. Los chicos necesitan formarse en lo que yo llamo escuelas inteligentes. Una escuela que está totalmente conectada al mundo. En Misiones la educación es demasiado vanguardista diría yo, porque en 2018 nos ha dado la Legislatura dos herramientas, que son la ley de Educación Emocional y la ley de Educación Disruptiva. Esas dos herramientas, bien utilizadas en el aula, lo que hacen es formar integralmente al joven.
¿Eso ya está plenamente aplicado?
Tendríamos que estar, pero no en realidad no es así. Porque hay una patita que tenemos que ajustar que es la formación docente, el docente necesita las herramientas para aplicar estas leyes que han llegado. Yo puedo hacer cursos, me pueden venir con teoría tras teoría, es más nosotros estuvimos involucrados en congresos internacionales con los directores de educación, con escuelas de Frankfurt, de Harvard, de Barcelona, dos congresos llevamos adelante. Pero si el docente no tiene la oportunidad de vivir esa experiencia, de realizarse, no lo puede enseñar. El futuro necesita que nos formemos, que tengamos herramientas de inteligencia social, emocional, de comunicación personal, eso es algo que va a ser muy necesario. Si yo no sé cómo limitarme, autodisciplinarme, no sé cómo ser tolerante para ser empático, para trabajar en equipo, para adaptarme a los cambios y cuando escucho que tengo que incorporar tecnología me cierro, me bloqueo, ¿cómo voy a poder aprender con los chicos? Me va a ser imposible. Tenemos que poder brindarles a los docentes las herramientas para poder desarrollar estos saberes.
¿Tienen que volver a formarse…?
La formación docente tiene que cambiar su estructura, o sea nosotros estamos trabajando en un nuevo profesorado, pero totalmente disruptivo. Te digo algo, si tenemos la Escuela de Robótica, que es el eje de la educación disruptiva, con expertos en programación, robótica, tecnologías. Tengo una facultad de Ciencias Exactas, son los dueños del conocimiento científico, yo los necesito, porque si yo puse una formación en Robótica, necesito gente que sepa matemática aplicada, física aplicada, entonces empecemos a pensar distinto. Nosotros tenemos 106 años de trayectoria, más de 50 años de formación docente como instituto, voy a dar herramientas como didáctica para saber enseñar, dimensión ética, humanismo, filosofía, todo eso le puedo dar, va a estar perfecto, pero yo necesito incorporar programación. Cómo hacer que mis estudiantes, que se están formando para ser profesores en informática, o en educación en robótica, tengan matemática aplicada, o cómo vas a hacer. Necesito que armen una plataforma donde estén los modos y el estudiante vaya probando una u otra forma y a su tiempo. Hay algo que la inteligencia artificial ya está haciendo, en el continente asiático, en los países nórdicos,que están sumamente adelantados, que es personalizar el rendimiento. Hay demasiado talento, demasiado potencial en la educación no formal y demasiados baches en la educación formal. ¿Por qué no nos ponemos a articular, a pensar juntos? Seguramente veamos algo mejor. Si yo formo a un profesor, que ya tiene las formaciones de consorcios, de actividades corporativas, para trabajar en equipo, entrar a una plataforma, a un aula virtual, lo que es tener otro tipo de aprendizaje, lo que es interactuar en un foro, conectarse con un estudiante, esa persona sale con otra cabeza.
En la agenda educativa deben estar los problemas de la escuela, de la comunidad, del mundo.
Cambiemos el eje. Misiones tiene una diversidad cultural y de vulnerabilidades distintas ¿Cómo hacer para incluir y dar igualdad de oportunidades al chico de Pozo Azul y al de Posadas?.
Hay una decisión política de que la conectividad llegue a todos lados y esa va a ser la verdadera revolución de la educación en Misiones. Que la conectividad llegue a todos lados, porque si la conectividad llega a todos lados, con semejante estructura que se ha armado, podemos hablar del programa de Secundarias Innovadoras, formar emprendedores, abrir el Silicon Misiones, como el último eslabón. Existe el dispositivo tecnológico que permite concentrar de manera masiva a todos los estudiantes y a todos los docentes, existe ese algoritmo tecnológico que nos permita transformar, porque todo se transforma, la educación, el mundo, todo se transforma. Transformar la distribución de recursos, que es lo que vos estás diciendo y los sentidos de la premisa, entonces ahí vamos a avanzar, creo que de la mano de la tecnología vamos a avanzar hacia la inclusión y la calidad educativa. Porque, ejemplo, si hablamos de conceptos, de contenidos vuelvo a repetir ahí tenemos a la UNaM, hay gente que está avanzando a través del whatsapp, a través de módulos, eso es la personalización del aprendizaje y va a estar en mano de la tecnología. Tiene que estar hecha toda esta estructura con los mejores estándares, eso debe llegar a los que están en el Roque, en el Santa María, en la mejor escuela, como al que está allá en un rincón de la colonia, en algún lugar de Andresito. Pero cada uno va a tener sus tiempos. Se ha hecho en India, hace 20 años, una escuela en la nube. Pusieron una computadora con internet en una comunidad. Lo que mostró ese estudio es que ni siquiera tenían la necesidad de un maestro, el solo hecho de estar juntos los niños, tener acceso a internet, les permitía aprender de manera colaborativa. Eso fue una experiencia que realmente impactó. La tecnología es un motor de cambio en materia educativa, en materia económica, en materia social.
O sea que hay que darle más herramientas…
Obviamente, de la mano de la tecnología, puedo hablar de inclusión, porque nos va a ayudar a lograr justamente la distribución de recursos. Es bueno que los contenidos, los recursos virtuales los manejen los expertos, nosotros, los docentes, nos tendremos que replantear nuevos roles. Ahí hay un punto importantísimo. Misiones tiene demasiada inversión en infraestructura científica y tecnológica, ahora hay una patita en la tecnología que es la inteligencia artificial, que ha iniciado un impacto en la educación, porque va a lograr personalizar el aprendizaje y va a hacerse cargo de todos los contenidos, la mente humana no va a poder competir con tanto almacenamiento de información.
¿Y ahí tenemos que profundizar?
Lo que va a causar la inteligencia artificial, para mí, es poner en evidencia el verdadero valor humano, ahí está el punto de la formación docente. Nosotros tenemos que formar la actitud de los profesionales, nosotros tenemos que saber conceptualizar, saber cómo facilitarles el aprendizaje, cómo transformar esa información y ese contenido en conocimiento aplicado. Por eso en la agenda educativa deben estar los problemas de la escuela, de la comunidad, del mundo, los chicos tienen que simular y a través de la simulación, a través de la realidad aumentada, de la realidad virtual, los chicos simulan resolver los grandes problemas y los dilemas de la humanidad. Los chicos tienen que probar en la escuela las soluciones. Entonces va a tomar relevancia la dimensión ética de la educación, la filosofía, el humanismo, todo lo que tiene que ver con habilidades grandes, esto de trabajar en equipo, que tiene que ver con el pensamiento flexible, totalmente preparado para resolver problemas. En eso, para mi un visionario es el conductor de la Renovación, el ingeniero Carlos Rovira, porque lo que permite la Robótica y sobre todo la programación. La programación nos permite desarrollar un tipo de pensamiento, racional, inductivo, que nos permite estar mejor preparados para resolver problemas. La robótica, es un área de las que se innova permanentemente, que logra de alguna manera articular contenidos de diferentes disciplinas, eso al ser un área que está en constante innovación es aplicarse cada vez más a diferentes contextos, para mejorar la calidad de vida de las personas. Eso, esa mirada interdisciplinaria, eso que tiene la robótica, a nosotros como escuela, como comunidad educativa, es importante porque nos permite romper la estructura rígida de una currícula, que está separada por áreas del conocimiento.
Para romper esa estructura… Mencionaste que está la escuela, la UNaM, la Escuela de Robótica ¿hay que empezar a trabajar juntos, empezar a pensar en una fusión que incluya a todos los formadores?
Te diría que no solo al sector académico. La Universidad tiene que salir a tender la mano al sistema obligatorio, porque son expertos, en todo lo que es ciencia y todo lo que es el mundo académico. Quienes van a poder superarse, quienes van a poder ser exitosos, son aquellos que se saben relacionar a través de redes, de comunidades de aprendizaje. Yo pienso, que, en el futuro, habrá escuelas conectadas, donde cada uno aporte sus fortalezas, no hay nadie que sea mejor que otro, cada uno tiene sus fortalezas. Esto te lo puedo decir, que lo veo a nivel institucional, yo veía una gran necesidad de innovar en la formación docente del nivel primario, inicial, en nuestro instituto en el Santa María, lo que hice fue ir a buscar a los que tenían en mano los profesorados universitarios, en nivel inicial y en el nivel primario, me encontré con la Universidad Católica Argentina. Hace cuatro años tomamos el modelo de formación docente de ellos, que es un modelo basado en el desarrollo de capacidades y aptitudes profesionales, incorporamos transversalmente neuroeducación, educación emocional, investigación, Robótica, programación en el profesorado y hoy después de cuatro años, logré universalizar la formación docente. En agosto, 51 egresados de ambos profesorados ingresarán a una plataforma un año y tres meses, cien por ciento virtual, preparados por módulos preparados por la Universidad Católica Argentina y se recibirán como licenciados en educación. No solo tienen el título de profesor para educación primaria, sino que son licenciados en Educación. Yo no perdí mi autonomía como instituto de formación docente, gané muchísimo porque estoy agregando valor. Con la universidad Torcuato Di Tella, logramos becas, que nos ayuden con respecto a lo que tiene que ver con Ciencias Exactas, y nos dan información datos, de cómo continúan nuestros alumnos después de egresados y permiten detectar nuestras propias patitas que hay que ajustar. Justamente coinciden los resultados con las evaluaciones y los operativos nacionales que hemos tenido. Pero uno tiene que permanentemente tiene que reflexionar sobre lo que hace, es muy bueno los espacios donde la unidad docente puede interactuar con las causas, pero también es muy bueno que se pueda compartir experiencias de campo, qué estás haciendo vos que a mí me sirve. Pero nos tenemos que sincerar, lo directivos deben estar preparados, deben poder generar en las escuelas una cultura de aldea, porque si yo estoy permanentemente presionando con actividades burocráticas, el docente va a estar más preocupado por la planificación que por los contenidos que tiene que desarrollar.
¿De donde surge la vocación docente, de donde viene?
De mi mamá, fue una docente de alma, directora de escuela, asistente social, siempre me incliné hacia ella, aparte en mi tiempo la docencia no era una carrera de cuatro años, sino en tres años te recibías, era terciario. Entonces, yo también me quería casar, era muy joven y mi mamá me decía que tenía que estudiar, para mí la carrera más rápida era la docencia. Era como que me fue llevando la vida.
A los 47 años Sonia asegura que está lista para dar el paso siguiente. Respaldada por su hijo de 21 y por su esposo -a quien reconoce el haber “bancado siempre”-. “Con la mano en el corazón, esta oportunidad me llegó sin pensarlo, pero yo ya tenía decidido, ya lo había comunicado, porque me sentía como un pajarito enjaulado. Necesitaba hacer más. La Legislatura permitirá volcar conocimientos para impulsar políticas que tienen que ver con esto de la educación, el futuro del trabajo, la ciencia, la tecnología, la producción, la industria”.
“El éxito se va a dar con cuando podamos articular, el sector académico, político, la industria, la empresa, me parece importantísimo. El futuro del trabajo necesita inteligencia social, emocional y eso no se discute”, reflexiona.
La campaña te sacó un poco de la burbuja que impone la pandemia. ¿Qué te llamó la atención de las distintas realidades que viste?
Hay algo que me terminó de cerrar en el barrio Néstor Kirchner… Vos dijiste… estaba como encerrada en un mundo, en el que yo pienso que no tengo ninguna duda que cuando al estudiante, se le encendió el fuego y le interesa lo que tiene enfrente, nosotros los docentes decimos vamos allá y se meten en todo. Salí a la calle, a lugares muy vulnerables.( Se emociona) Siempre me duele cuando se golpea a la juventud por juzgarlos por cosas muy superficiales, tuve ahondar y entrar a su mundo, ver que hay muchísimas ideas, muchísimo valor, que hay cosas que les importan que nosotros no les estamos dando. El haber conectado con jóvenes en situaciones muy vulnerables, que la mayoría quiera trabajar, estudiar, para salir adelante, para sacar adelante a su familia, su barrio, me impactó tremendamente. Por eso, daría lo que fuera por seguir apoyando al Gobernador, con políticas sociales inclusivas, disruptivas, en programas que tengan que ver, no con la plata, sino con la formación y la ayuda para que puedan comenzar. Pero, que sea con su esfuerzo, con su sacrificio, que tenga la voluntad de querer hacerlo. El trabajo joven, un sistema de becas, que lo que hace es dignificar a las personas. Las personas no quieren asistencialismo, no quieren que les regales nada, quieren trabajos. A mí me duele muchísimo cuando dicen que no saben nada, que no les importa nada.
¿Por qué la Renovación?
Me parece de gran valor, no sé si la Renovación, sino este gran proyecto misionerista, que es lo verdaderamente importante. Tiene un motor que está puesto en las personas, en agregar valor al proyecto de vida de los misioneros, me parece que este diálogo, esta comunicación, se da independientemente del color político, de la militancia, es algo que me encanta. La Renovación, tiene una visión muy clara de apostar por el conocimiento, por el talento, por el factor humano como motor para nuestro desarrollo para la generación de riquezas, a la vez para crear igualdad de oportunidades. Me parece que eso nos va a llevar a crecer como provincia, nos va a dar un crecimiento exponencial, eso me motiva a sumarme. Hay mucha vocación de servicio, me encanta que a la cabeza el propio Gobernador, el intendente, todo el ejecutivo que esté, sepa bien cuáles son los grandes problemas, los desafíos de los misioneros. Hace que diga: “Este realmente me cuida como persona”, entiéndase salud y educación. Tiene que ver con esto.
Fuente: www.economis.com.ar