La decisión del Gobierno nacional de reforzar la seguridad en los pasos fronterizos a través del denominado Plan Güemes, impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, generó rechazo en el sector comercial de Bernardo de Irigoyen. Walter Feldman, presidente de la Cámara de Comercio local, advirtió que la medida afectaría la dinámica cultural y económica de la frontera con Brasil.
En diálogo con Open 101.7, Feldman sostuvo que la situación en Irigoyen es distinta a la de otras fronteras del país y que el comercio no depende de grandes volúmenes de mercadería ilegal, sino del tránsito diario de personas. “Acá el principal impacto es cultural, porque el movimiento en la frontera no se compara con el de Bolivia, donde se ven cargas pasando de un lado al otro. Acá la gente cruza con una bolsita en la mano, es más un intercambio turístico y comercial de pequeña escala”, explicó.
El dirigente remarcó que se realizaron inversiones para fomentar la integración entre las dos ciudades fronterizas y que el nuevo enfoque de seguridad del Gobierno contradice esas políticas. “Distintos gobiernos han creado un parque turístico ambiental internacional de integración, donde las personas pueden caminar y hacer ejercicio sin necesidad de pasar por migraciones. No tiene sentido que ahora se quiera poner una barrera para evitar ese tránsito”, sostuvo.
Si bien Feldman coincidió en la necesidad de reforzar controles en pasos clandestinos utilizados para el contrabando de mercaderías en camiones, cuestionó que el Gobierno nacional no haya consultado a los actores locales antes de tomar la decisión. “No tienen idea de cómo se maneja la frontera en el día a día. Primero deberían analizar la situación y mejorar la infraestructura, porque el actual paso fronterizo no es adecuado para la cantidad de vehículos y personas que transitan”, indicó.
Caída del comercio por la devaluación del real
Por otro lado, el presidente de la Cámara de Comercio de Bernardo de Irigoyen describió un panorama complejo para el sector, afectado por la devaluación del real brasileño y la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores. “Las ventas cayeron más de un 70% y el turismo también disminuyó mucho. Antes, muchos brasileños venían a comprar a Argentina, pero ahora la gente busca precios más bajos en Brasil”, comentó.
Ante esta situación, los comerciantes locales han tenido que reducir personal y ajustar precios para sostenerse. “La mayor parte de los negocios han achicado su estructura, bajando costos y despidiendo empleados. Es impresionante la cantidad de gente que se quedó sin trabajo”, lamentó.
El cierre del paso fronterizo durante la pandemia ya había golpeado la economía de la zona, y ahora la incertidumbre sobre nuevas restricciones en la frontera genera preocupación en los comerciantes. “Si cada año baja más el turismo y la gente deja de cruzar, va a ser muy difícil para los negocios sostenerse”, concluyó Feldman.
Fuente: Economis