Una historia que empezó con una alegría enorme y que quiere un final feliz. Puerto Argentino ganó de local a Guaraní Antonio Franco en la Cancha Municipal de San Pedro y logró una histórica victoria que será recordada a través de los años. El pueblo sampedrino está feliz, en la calle se habla del épico triunfo y ahora van para completar la hazaña, eliminar al conjunto ‘franjeado’ en suelo posadeño.

El compromiso disputado por los octavos de final encuentro de ida del Torneo Provincial organizado por la Federación Misionera de Fútbol en la tarde de ayer, tuvo una victoria clave del Club Puerto Argentino y ahora se va a preparar para la revancha ante Guaraní Antonio Franco de Posadas.
El gol es para poner en la película, contarla desde el pase magistral de Francisco Marcos, para pasar a la escena de Nahuel Zelaya, el goleador del equipo que picó la pelota por arriba del arquero, entró el esférico al arco y en una montaña de jugadores en el verde césped se celebró con ese grito de gol que se replicó también en las tribunas y concluyó después con el cierre del cotejo con el marcador en ventaja. Ahora, ese film quiere concluir con el festejo en el mismo Clemente Argentino Fernández de Oliveira en el populoso barrio de Villa Sarita, en Posadas.

El gol llegó a los 33 del complemento, tal vez el más gritado en la historia de Puerto Argentino que pasa un momento soñado, por ser la primera vez que participa de un Provincial y está a 90 minutos de situarse entre los 8 mejores equipos de Misiones. Además, Ulises Adoryán, jugador del conjunto de la capital de la tierra colorada, fue expulsado a los 24 minutos del primer tiempo. El dueño de casa aprovechó la ventaja numérica y logró así el triunfo que perdurará en el recuerdo de todos.

La revancha se va a jugar posiblemente el domingo 23 de junio en la ciudad de Posadas, Guaraní con toda su historia e impronta intentará revertir el global. En tanto, Puerto Argentino se va a aferrar a lo conseguido en San Pedro y va por la hazaña ante uno de los equipos con mayor renombre de Misiones.

Por: Esteban González