SAN PEDRO: «UNA VIDA DEDICADA A LA EDUCACIÓN Y AL AMOR POR LOS NIÑOS» DIJO LA PRIMER JUBILADA DEL NIVEL INICIAL

SAN PEDRO: «UNA VIDA DEDICADA A LA EDUCACIÓN Y AL AMOR POR LOS NIÑOS» DIJO LA PRIMER JUBILADA DEL NIVEL INICIAL

Comparte esta noticia en:

En una emotiva entrevista con San Pedro Online, Borau Guillermina Isabel, la primera jubilada del departamento de San Pedro y del nivel inicial, compartió su trayectoria y experiencia como docente. Con 55 años de edad y nacida en San Pedro, Guillermina estudió en Posadas en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya, iniciando así su camino en la educación. La entrega de Resolución por trámite jubilatorio se realiza en el marco de la fiesta provincial de los jardines este viernes último.

Con 32 años de servicio, Guillermina conocida por todos como «Cosi» dijo a este medio: «Me despido con alegría y gratitud, llevando conmigo un corazón lleno de recuerdos hermosos.» Como la primera maestra jardinera, recuerda con cariño la calidez con la que fue recibida en su comienzo, en una época en la que la selección de las docentes era diferente, basada en el mérito y la dedicación.

En San Pedro, formó su familia y cuenta con el apoyo incondicional de sus hijos, Florencia y Gabriel, quienes son su pilar y su razón de ser. Acompañada por su madre, quien solía confeccionar sus uniformes, y su hermana, la familia de Guillermina ha sido su soporte y su refugio a lo largo de su carrera.

La docente destaca al nivel inicial como la mejor carrera, resaltando la inocencia y la entrega de los niños, quienes la han llenado de amor, paciencia y gratitud. Su labor como educadora ha sido un camino de constante aprendizaje y ternura.

Ahora Guillermina planea disfrutar de una vida más relajada, explorando nuevos intereses como la cocina, el yoga, el cuidado de las plantas y el tiempo en familia. Agradece a todos los que han sido parte de su vida, llevándose consigo un corazón rebosante de amor y agradecimiento en esta nueva etapa de su vida.

La historia de Borau Guillermina Isabel es un fiel testimonio del impacto duradero y significativo que un educador comprometido puede tener en la vida de sus alumnos y en la comunidad en general. Su legado perdurará en las generaciones a las que dedicó su tiempo, cariño y sabiduría.

Comparte esta noticia en: