La llegada de un bebé a la familia siempre está teñida de alegrías y esperanzas, pero con el paso del tiempo esto puede tomar matices de incertidumbre cuando en situaciones cotidianas de su desarrollo denotan que algo no anda bien.
Hasta que alguien o algo sugiere una consulta médica. El primer filtro es el pediatra que puede sugerir palabras como TEA (trastorno del espectro autista), CEA (condición del espectro autista), TGD (trastorno generalizado del desarrollo) o simplemente autismo, que propone una interconsulta con el neurólogo quien determinará dicha condición. En este momento los padres se encuentran en una encrucijada y surgen preguntas como: ¿de qué se trata esto?, ¿se cura? o ¿voy a poder ayudarlo? Este informe intentará ser una guía para padres que se encuentren en este contexto y partirá de los pasos que deben seguir para colaborar en el desarrollo de su hijo desde que tienen el diagnóstico como también mostrar el trabajo cotidiano que se realiza con un niño que se encuentra dentro del espectro.
Cuando hablamos de autismo nos referimos a un cuadro que afecta principalmente, al desarrollo cerebral temprano, lo que genera desafíos en la interacción social, en la comunicación, procesamiento de estímulos sensoriales, que se caracteriza por presentar un patrón de conductas e intereses restringidos y repetitivos.
Algunos síntomas que dan indicio que estamos frente a una persona con autismo pueden ser: no establece contacto visual, no responde a sonrisas ni a otras expresiones faciales de los padres, objetos que les señalan, alinean juguetes, entre otros.
Con respecto al CUD (certificado único de discapacidad) se gestiona en instituciones públicas, en Misiones se realiza en el Hospital Pediátrico Doctor Fernando Barreyro en Posadas, donde funciona la junta evaluadora.
Cada niño dentro del espectro es diferente y esto condicionará las terapias que requiera. Las más comunes suelen ser: psicopedagogía, psicología, terapia ocupacional, musicoterapia y fonoaudiología entre otras. La importancia de contar con el CUD justamente es que cada una de estas terapias serán cubiertas por el mismo.
Descubriendo un mundo nuevo
Un nuevo transitar les espera a estos niños y a sus familias que deberán adaptarse al desafío que requiere el acompañamiento íntegro para que el tratamiento logre sus objetivos.
Los psicólogos coinciden en que el rol de la familia es fundamental para el proceso y por ello involucran a los padres aportándole tips para abordar alguna situación que pueda darse en la cotidianidad. El rol del psicólogo es brindar acompañamiento constante a las familias, igualmente en el ámbito escolar, trabajar dificultades conductuales como así también desarrollar y potenciar habilidades emocionales. Otra de las funciones del área psicológica son: realizar entrevistas de contención que funcionan como apoyo para padres, programas de entrenamiento y programas de psicoeducación para trabajar el manejo de conductas disruptivas.
Escuela inclusiva
En la etapa escolar los niños pueden necesitar el acompañamiento de una maestra integradora, que estará encargada de realizar las adaptaciones correspondientes para propiciar la inclusión en una escuela común. El trabajo de integración consiste en brindar los apoyos necesarios para que el estudiante pueda acceder a los contenidos de la currícula y de ser preciso realizar las adecuaciones que pueden significar: modificar la metodología de enseñanza, agregar o quitar contenidos y modificarlos.
La inclusión se trabaja en conjunto con la maestra de grado que brinda la planificación y en base a ello se adecua todo lo necesario para integrar al niño.
Los psicopedagogos sostienen que la escuela inclusiva es abarcativa porque busca atender las diversas necesidades en todos los niveles de aprendizaje y representa un punto de partida para normalizar la educación de todos los niveles educativos brindando más oportunidades. El mayor desafío que enfrentan es que todavía hay muchas instituciones que se resisten a alojar a alumnos con capacidades diferentes que generalmente tiene que ver más con un cambio de actitudes por parte de la sociedad.
Plano sensorial y terapia ocupacional
El área sensorial es fundamental, por eso trabajar en ello es importante para obtener la mayor funcionalidad del paciente. Los terapeutas ocupacionales señalan que lo que más les cuesta a los niños con autismo es el control de esfínter y la selectividad alimentaria sobre todo en esta última que muchas veces las costumbres están tan arraigadas que hace más compleja la situación.
Más allá de las terapias y de las diversas opiniones de los terapeutas, médicos y maestros la base de cada tratamiento es el acompañamiento de las familias y los avances en los mismos que sin dudas ayudan a mejorar la calidad de vida de estos niños.
Por estas razones, todos los días tenemos que hablar de autismo. Ellos están insertos en nuestra sociedad haciendo un esfuerzo por encajar en ella y la información sobre esta condición es lo que va a permitir incluirlos de la mejor manera posible.
Por: María Laura Rojas (Periodista)