El 1º de marzo de 2020 debería ajustarse nuevamente el coeficiente impositivo que grava las naftas y el gasoil, medida que impactaría directamente en los surtidores de las Estaciones de Servicio. Sin embargo, nuevamente como lo hizo en enero y febrero, el Gobierno dispuso prorrogar la entrada en vigencia de la medida hasta febrero.
El gravamen fue prorrogado en reiteradas oportunidades debido a que las circunstancias imperantes y la necesaria estabilización de los precios hicieron “necesario amortiguar el impacto que podría derivarse de las referidas actualizaciones, previendo que los mencionados incrementos del impuesto surtan efectos de una manera gradual”, según establecen los decretos que dispusieron el aplazamiento.
Es lo que sucedió en diciembre, afectando solamente un 4,5 por ciento en naftas y 4,07 en gasoil, cuando el ajuste debería haber sido del 12.5 por ciento. Por tal motivo, a partir de enero, el aumento del ICL debería haber sido del 8 por ciento restante en naftas y 8,43 en gasoil.
El monto de los impuestos a los combustibles fue modificado tras la sanción de la Ley de Reforma tributaria, pasando de una cifra fija a una variable que se calcula según el Índice de Precios al Consumidor que suministra el INDEC, con el objetivo de amortiguar las variaciones del tipo de cambio.