Cuando se habla de la yerba mate se suele poner el foco en la situación de los pequeños productores, siempre penando miserias por los bajos precios. Sin embargo, del otro lado de la cadena productiva, la situación no es mejor. Las principales industrias yerbateras están sufriendo las consecuencias de una política económica nacional que pasó sin escalas de precios congelados a una inflación descontrolada y tasas financieras por las nubes. En apenas un año creció exponencialmente la deuda de las 20 empresas top del mercado yerbatero, pese a que en la práctica, pocas realizaron grandes inversiones para reconversión o mejoras tecnológicas.
No es casualidad que las más grandes sean las más endeudadas. El origen de este pasivo fue la política de yerba mate barata en las góndolas de Buenos Aires, que impuso el entonces secretario de Comercio de Cristina Fernández. Guillermo Moreno obligó a los principales jugadores a abastecer los supermercados de grandes centros urbanos sin poder pasar a los precios finales la gran suba de costos producto de una inflación que nunca cedió desde 2010. Pero desde 2015, la inflación lejos de desacelerarse, acumula un crecimiento de más de 180 por ciento, que lejos estuvo de reflejarse en los paquetes de yerba, que siguen baratos en comparación con otros productos de la canasta básica.
Entre febrero del año pasado y el segundo mes de 2019, la deuda financiera creció 50 por ciento, con unas pocas excepciones de empresas que lograron reducir su exposición financiera.
Con una tasa promedio del 50 por ciento, después de la corrida del dólar iniciada en mayo del año pasado, la industria yerbatera no pudo aprovechar el dólar alto y bajar la deuda bancaria. Por el contrario, el incremento de la deuda obedece a intereses que en muchos casos se transformaron en nuevo capital.
En total, las empresas yerbateras debían en febrero de 2018, 2.121.609.000 pesos. Ahora deben 3.149.987.116, pese a que unas pocas lograron reducir su exposición financiera.
En la industria advierten que con el nivel de tasas que hay, no se puede pensar en una expansión ni en inversiones, por lo que la deuda es una pesada mochila que no encuentra solución.
Los precios de venta no alcanzan a compensar los recursos que necesitan para cubrir el rojo. De todos modos, ninguna de las 20 empresas principales tiene una evaluación negativa, según el Banco Central.
Pero entre las primeras, la deuda aumentó 50 por ciento. La correntina Las Marías, debía mil millones y debe 1.500 millones,
La situación financiera de las industrias fue uno de los temas bajo análisis en la Mesa Yerbatera convocada por el presidente Mauricio Macri. Pero después de un primer encuentro, el diálogo se frustró y la Nación decidió que la yerba era un tema para resolver en la mesa del Instituto Nacional de la Yerba Mate, donde, para desazón de casi todos, prima la discusión por el precio de la materia prima.
Para colmo, las principales firmas que tienen mercados internacionales, tuvieron asumir una nueva retención aplicada por Macri.
“El Gobierno nos aplicó una retención de 3 pesos por cada dólar que exportamos. Eso nos ha hecho bajar mucho la rentabilidad y el plan de inversiones que teníamos para seguir creciendo. Hace seis meses pagabamos de luz 100 mil pesos por toda la planta, hoy viene 600 mil pesos, en una localidad donde de las 24 horas, catorce hay cortes de luz y tenemos generadores que tenemos que pagar el combustible a un precio altísimo, para que nuestra producción siga marchando”, explicaba en diciembre Gerardo Vallejos, presidente de la cooperativa Piporé, durante un debate organizado por Economis.
La promesa de un dólar alto para recuperar competitividad se licuó en paralelo al aumento de la inflación. El aumento del dólar generó mayores costos en fletes, envases, combustibles, luz; una tasa de interés del 60 por ciento y más cheques rechazados
A pesar de la crisis, el 2018 fue un año relativamente bueno para el mercado de la yerba mate, con una leve mejora de las ventas respecto al 2017 y un récord de exportación.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) confirmó que las exportaciones de la yerba mate crecieron 38,6%, alcanzado así un récord histórico en 2018, mientras que las ventas en el mercado interno totalizaron 261,9 millones de kilos, indicaron desde la entidad. Con todo, no alcanza para aliviar los pasivos.